En la era de las comunicaciones y más en específico en la de los Smartphone, se está originando un fenómeno muy particular: los conocimientos se están perdiendo.
No tenga reparos en hacer consultas a sus empleados o subalternos, al respecto de la cotidianeidad que los rodea y cerciórese del nivel de actualidad en temas mundanos y de farándula. Verá que la información fluye sin reparos y existirán debates, con alturas de miras y juicios de valor; sin embargo, en los conocimientos específicos del negocio y de los elementos básicos del trabajo existirán dudas, trabas y formulaciones vacilantes que denotarán una pérdida, contundente, de la sapiencia.
Póngase usted, también, a realizar el estudio consigo mismo. De una u otra forma verá que maneja más contenido general de la sociedad que lo circunda y tendrá una que otra duda de cómo ha evolucionado su trabajo, empresa e industria.
El factor principal que se nos ha presentado, por casi 20 años, es que el video ha entrado de lleno a reemplazar la lectura y con un video explicativo, suponemos tener la claridad suficiente de la materia que debemos absorber, reflexionar y luego aplicar en la actividad laboral que nos compete.
El factor secundario, pero no menos importante, es el advenimiento del teléfono inteligente o Smartphone, con el que el video se ha trasladado a palma de nuestras manos y las RR.SS. están atiborradas de grabaciones infinitas, de la índole que queramos o elijamos; luego los algoritmos hacen el trabajo de darnos siempre lo que hemos estado buscando y, así, el círculo del aturdimiento se cierra y sigue en aumento.
Si es que los conos de los cimientos se están perdiendo y el atolondramiento se apodera de nuestra conciencia, las generaciones venideras estarán tan desvalidas que responderán ante estímulos externos y no habrá reflexión, alguna, para cuestionar o advertir que algo no está en su lugar y/o esfera natural de acción.